Ansiedad dental: 3 maneras de parar el miedo al dentista

Si alguna vez te has puesto nervioso solo de pensar en ir al dentista, no eres el único. Quizá temas que la visita pueda doler o no hayas ido en mucho tiempo y no estás seguro de lo que va a encontrar el dentista.

Sea cual sea la razón, el equipo dental apropiado se asegurará de cuidar tu salud dental y emocional. Cuanto más retrases la visita, o simplemente si no vas, mayor es el riesgo de desarrollar problemas dentales que abran paso a futuras visitas dentales más difíciles. De hecho, ver a tu dentista regularmente puede en realidad hacer todo el proceso, desde concertar una cita hasta el final, mucho más fácil en muchos aspectos.

Usa estas estrategias en tu próxima visita para ayudar a suavizar tu ansiedad y reforzar tu sonrisa.

1. Di lo que piensas

Cualquiera que sienta ansiedad sabe que compartir lo que piensas cambia mucho las cosas. Si estás tenso o ansioso, hazte un favor a ti mismo y desahógate sobre tus preocupaciones. Tu dentista y su equipo dental podrán tratarte mejor si conocen tus necesidades.

  • Informa a tu dentista sobre tu ansiedad. Cuando conciertes la cita, dile al recepcionista que te ponen nervioso las visitas dentales. Recuérdales a tu dentista y a su equipo dental tu ansiedad cuando llegues. Comparte tus malas experiencias en el pasado, y pide sugerencias para manejar tu ansiedad.
  • No tengas miedo de hacer preguntas. A veces, saber lo que va a ocurrir alivia el miedo a lo desconocido.
  • Acuerda una señal. Hazle saber a tu dentista que si alzas la mano quiere decir que necesitas un descanso durante un examen dental.
  • Si sientes dolor incluso con anestesia local, házselo saber a tu dentista. A algunos pacientes les da vergüenza comunicar su intolerancia al dolor o no quieren interrumpir al dentista durante una intervención. Habla con tu dentista sobre el dolor antes de que empiece para que sepa cómo comunicarse contigo y te haga sentirte más cómodo.

2. Distráete

Desviar la mente de un examen dental puede parecer imposible cuando estás nervioso, pero hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a distraer tus pensamientos.

  • Ponte auriculares. Si el sonido del taladro te molesta, lleva auriculares para poder oír tu audio-libro favorito. Algunas consultas dentales hasta tienen televisiones o ponen DVDs.
  • Ocupa tus manos estrujando una bola para mitigar el estrés o jugando con un objeto pequeño portátil, como un fidget spinner o trompo de mano.
  • Imagina tu lugar feliz y visualízate a ti mismo en una playa o jardín relajante.

3. Usa técnicas de relajación

La relajación empieza en tu mente. Trata de hacer ejercicios de respiración profunda para ayudar a relajar la tensión en los músculos.

  • Cuenta las veces que tomas aire. Inhala despacio y exhala el mismo número de veces. Haz esto cinco veces mientras estás en la sala de espera, o durante los descansos cuando estés sentado en el sillón dental.
  • Haz un escaneo corporal. Concéntrate en relajar los músculos, cada parte de tu cuerpo, una por una. Empieza por la cabeza y ve bajando hasta los dedos de tus pies. Por ejemplo, puedes concentrarte en relajar la tensión en tu frente, luego en tus mejillas, después en tu cuello y más tarde en el resto de tu cuerpo.

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