El resultado es una menor producción de saliva y lágrimas, lo que puede causar molestias en el día a día, dificultades para realizar actividades cotidianas o complicaciones que afecten la salud bucal y ocular.

La sequedad bucal es uno de los síntomas del síndrome de Sjögren más característicos. Esta falta de saliva incrementa el riesgo a sufrir complicaciones relacionadas con la salud dental.

Por lo que respecta a la cavidad oral, la sequedad bucal o xerostomía suele caracterizarse por síntomas como la sensación de boca seca y pastosa durante la mayor parte del día, así como de lengua pegajosa y saliva espesa. También puede ir acompañada de labios secos.

En los casos más severos, la xerostomía en el síndrome de Sjögren puede llegar a causar dificultades para ingerir alimentos e incluso hablar.

 

Salud bucal en el síndrome de Sjögren

Una de las principales funciones de la saliva es la protección de dientes, encías y boca en general frente a microorganismos dañinos.

Es por ello que las personas con Síndrome de Sjögren tienen más riesgo de sufrir ciertas complicaciones en su salud bucal.

* Caries. La disminución de saliva incrementa las probabilidades de padecer caries. Esto se debe a que la saliva tiene una acción antimicrobiana, por lo que ayuda a proteger a los dientes frente a las bacterias que causan esta afección bucal.

La saliva también se encarga de neutralizar los ácidos producidos por las bacterias al metabolizar los hidratos de carbono de la dieta  que pueden tener un efecto cariogénico. 

* Mal aliento. La falta de saliva dificulta su función de limpieza natural de la cavidad oral, por lo que la acumulación de bacterias y restos de alimentos promueve la aparición de halitosis. 

* Candidiasis oral. La saliva tiene una efecto antifúngicas. Es por ello que las personas con síndrome de Sjörgen son más propensas a sufrir infecciones por patógenos oportunistas como la candidiasis oral. 

* Sensibilidad dental. La falta de humectación en la cavidad oral puede manifestarse con sensibilidad dental. Esto implica la aparición de dolor ante estímulos táctiles (al contacto), térmicos (frío y calor) o químicos (alimentos y bebidas dulces o ácidos).  

* Fisuras en labios y lengua. Las personas con síndrome de Sjögren pueden presentar unos labios secos y agrietados, así como una lengua fisurada. Esto último se caracteriza por la presencia de numerosas fisuras sobre la superficie dorsal de la lengua que varían en tamaño y profundidad.

 



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