La corona dental está diseñada para su implantación en aquellos casos en los que el paciente requiere fortalecer y embellecer su diente. Concretamente, la corona dental es especialmente eficaz:
En los casos en los que el diente afectado del paciente no cuenta con tejido dentario sano o al menos no cuenta con el suficiente.
En aquellas piezas dentales que han perdido su fortaleza y vitalidad incluso llegando a tornar su tonalidad en una más oscura.
En dientes que han sufrido algún tipo de rotura y que no pueden ser reconstruidos sólo a través de obturaciones sencillas.
Aquellas piezas dentales que han sufrido un desgaste mayor del habitual debido a patologías y hábitos poco saludables.
Cuando el paciente desea mejorar la estética de su sonrisa corrigiendo desequilibrios en forma y tamaño.
Cuando un paciente se coloca implantes dentales recurrirá a coronas para cubrir la raíz del implante dental artificial.
Pero, ¿qué molestias pueden generar las coronas dentales?
Esto dependerá del procedimiento y la implantación de las mismas. Si el proceso se ha desarrollado con efectividad las coronas no generarán ningún tipo de molestia. Además tampoco generará ningún tipo de incomodidad psicológica porque pasarán totalmente desapercibidas.
Su duración dependerá de algunos factores. Uno de ellos es el cuidado que mantenga el paciente. Cuanto mejor se cuide mayor será su tiempo de conservación como es lógico. Para poder alargar su vida útil durante el mayor tiempo posible es recomendable mantener reuniones y citas regulares con el odontólogo así como mantener una buena higiene dental.
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