Normalmente nos acordamos de la salud de nuestros dientes una vez que estos nos dan una señal de que algo no va bien: un dolor de muelas, insensibilización de la zona, sangrado, caries
Y es que al igual que con el resto de la salud, es importante prevenir la proliferación de enfermedades además de impedir que sigan evolucionando si las sufrimos.
Para que estas molestias y problemas no nos amarguen los días de verano, deberemos volver a la correcta higiene dental. Además del repetido lavarse los dientes 3 veces al día, hay que poner atención a otros factores. Aquí te indicamos los principales errores que debes evitar:
* Usar un cepillo de cerdas duras. Con un fiamento de consistencia dura, el esmalte y la encía pueden sufrir, por lo que debes optar por cerdas sean suaves o de consistencia media.
* Olvidar lavarte la lengua. Hay que cepillarla porque un foco importante de bacterias, con ello conseguirás que la higiene bucal sea completa y efectiva.
* Utilizar bicarbonato u otros remedios caseros para blanquear los dientes, ya que pueden rayar el esmalte.
* Mojar la pasta del cepillo antes de lavarte los dientes. Es un gesto casi inconsciente para la mayoría. Lo único que conseguiremos con es que el dentífrico pierda sus propiedades o que se elimine y no quede cantidad suficiente para la correcta higiene que buscamos.
* Usar flúor o colutorios específicos para determinadas patologías sin estar supervisados por el odontólogo.
* Compartir el cepillo de dientes. Aunque pueda parecerte algo desagradable es más común de lo que se cree y obviamente es una práctica que hace que se transfieran bacterias.
Evitando estos errores darás esquinazo a las moletias en tu boca, pero para asegurarnos te recordamos que un buen cepillado dura, al menos, 2 minutos. Además, debes procurar que el ángulo y la presión sean los adecuados y a la hora de guardar el cepillo mejor no lo dejes dentro de un armario ni le pongas protector.
Y es que una sonrisa sana es la mejor presentación que podemos tener.