De acuerdo con una actualización a la guía de la Academia Americana de Pediatría, el jugo de fruta debe permanecer fuera de la dieta de bebes menores de doce meses de edad. Previamente, la misma guía recomendaba evitar estos productos hasta los seis meses. La extensión de este periodo está basada en nueva evidencia contra el consumo de bebidas con alto contenido de azúcar en este periodo crítico de desarrollo.  

Puede ser que tomando en cuenta la naturaleza del jugo de fruta, tengamos la impresión de que es saludable. Incluso los padres más meticulosos podrían creer que el ofrecer a sus hijos jugo hecho en casa les da los beneficios de la fruta sin ningún peligro. Desafortunadamente, esto es incorrecto. La parte más saludable de la fruta, además de las vitaminas y minerales importantes como la C y el potasio, está en la fibra. Este componente se pierde en el jugo, el cual particularmente hoy en día, tiene un contenido de azúcar comparable, y en algunos casos, mayor que el del refresco. Además, disuelta en líquido, el azúcar entra a las vías sanguíneas con mucha mayor facilidad, exponiendo al cuerpo a contenidos extremos muy rapido. Esta desventaja es amplificada por el hecho de que la fructosa en el jugo de fruta es casi el doble de la contenida en un refresco de cola (aunque el azúcar total es comparable, las azucares utilizadas en el refresco son un poco más diversas). La fructosa es particularmente peligrosa porque a diferencia de otras, es solamente metabolizada en el hígado. Esto incrementa el contenido grasoso del órgano, poniéndolo en alto riesgo de desarrollar resistencia insulínica y diabetes del tipo II. Asimismo, un estudio reciente vincula al jugo de fruta con el desarrollo de erosión dental –la pérdida irreversible del esmalte dental- y obesidad infantil. Esta información nos deja claro que estas bebidas están en la misma categoría de riesgo que el refresco, y deben ser evitadas. 

Las recomendaciones de la AAP en resumen son: 

* Consumo para bebes de 1-3 años de edad: limitado a 4 oz por día 

* Consumo para niños entre 4-6 años de edad: limitado a 4-6 oz por día 

* Consumo para niños y adolescentes entre 7-18 años de edad: limitado a 8 oz por día  

Adicionalmente, menciona que ningún niño debe tener acceso libre durante el día al jugo. Esto pone en gran riesgo a su dentadura. El que sean “de leche” no los hace dispensables, ya que mantenerlos sanos es importante para su desempeño en clase y el desarrollo de sus dientes permanentes. Otra precaución relevante es evitar el jugo de toronja al tomar medicamento. Ya que la enzima principal para el metabolismo de muchas medicinas es desactivado por el jugo de toronja.  

Tal vez te preguntes, ¿como es posible que algo natural como la fruta y derivados, constantemente recomendados como alternativa a la comida chatarra sean dañinos? La respuesta está en la historia de la agricultura. Las naranjas, manzanas, peras, etc. de hoy en día no son las que los primeros colonos nómadas consumieron y sembraron. Por su sabor, la humanidad ha seleccionado las frutas con contenido más alto de azúcar por miles de años. Y conforme la tecnología agrícola ha avanzado, se ha hecho posible el desarrollo de frutas extremadamente atractivas, y por efecto secundario con un enorme contenido de azúcar. La naranja moderna es tan “artificial” como el caramelo. 

Esto no quiere decir que la fruta ya no tenga valor nutritivo. Si uno va a consumir 150 calorías de azúcar, es más recomendable comerse una manzana con fibra y nutrientes importantes que una barra de chocolate. Lo importante es que recuerdes, que tanto para niños como para adultos es importante evitar el exceso cuando se trata de bebidas azucaradas. Y para infantes, es mejor evitarlas por completo.



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