Desde el comienzo de la epidemia por el coronavirus las autoridades sanitarias nacionales e internacionales han recomendado el uso de cubrebocas para las personas contagiadas y para aquellas que estén en contacto con un paciente.
Los profesionales sanitarios que estén a menos de dos metros de distancia con un caso en investigación o confirmado deben llevar un cubrebocas autofiltrante de tipo FFP2, la cual deberá ser deshechada tras su uso, o una media máscara provista con filtro contra partículas P2, que deberá limpiarse y desinfectarse cada vez que se utilice.
Ahora bien, en el caso de que los procedimientos asistenciales que se realicen se generen aerosoles en concentraciones elevadas, los profesionales sanitarios lleven cubrebocas autofiltrantes contra partículas FFP3 o media máscara provista con filtro contra partículas P3. Estos cubrebocas son consideradas como equipos de protección individual.
En cuanto a los cubrebocas quirúrgicas, la finalidad que tienen es evitar la transmisión de agentes infecciosos al medio ambiente procedentes de la persona que lleva. Estas son calificadas como productos sanitarios.
Así es cómo debes utilizar correctamente el cubrebocas:
Antes de ponértelo y al colocarlo: