Prestigiosos estudios como el realizado por The Journal of Dental Research confirman que dentro de los dientes de leche existen células madre.
Como bien sabes, las células madre son valoradas y conocidas por su alto poder regenerativo. Esta facultad hace que los dientes de leche cobren mayor importancia una vez se caen, ya que la conservación de este tipo de células puede contribuir a que tu peque cuente en un futuro con mayores posibilidades para reparar cualquier anomalía relacionada con su salud.
El doctor Songtao Shi, investigador del National Institute of Health (NIH, EE UU), publicó en 2003 este estudio que hoy recobra importancia.
Como sabes, el diente de leche y cualquier diente en general consta de varias partes: el esmalte, la dentina y la pulpa. A los peques se les explica que la magia de su diente se encuentra en el esmalte, la parte más externa de nuestro diente. Cualquier problema ocasionado en esta zona del diente de leche puede ocasionar daños en las partes sucesivas de la pieza. Por esta razón, y para que lo entiendan todo de forma simple, se hace mayor hincapié en que deben de cuidar esta parte pase lo que pase.
Sin embargo, la verdadera magia según este estudio reside en la pulpa, la parte más interna de nuestro diente. Es en este tejido donde se concentran las células madre que podemos conservar para futuros posibles usos.
Esta confirmación hace que sea muy positivo y ventajoso el poseer células madre en esta parte de nuestro cuerpo por una razón muy sencilla: es simple poder hacernos con ellas y conservarlas. Los dientes de leche son piezas que se sustituyen por otras y es entonces cuando podremos guardarlos de la manera que corresponde para que no se deterioren las células madres contenidas en él.
La conservación del diente es fundamental para su uso futuro. Como muchos padres y madres creen, no basta con guardar el diente caído. Para que las células madres conserven sus propiedades prácticamente al 100% lo aconsejable es acudir a la extracción unos días antes de la caída de la pieza dental. Para ello, lógicamente, deberás de acudir a un dentista para que sean las manos expertas quien hagan todo este proceso de manera rápida y sencilla.
Muchas madres y padres pensaréis que habéis llegado tarde, pero por suerte estáis equivocados. ¡Bien! También en la pulpa de las muelas del juicio (nuestras «amigas» de la juventud) son un banco de células madre muy interesante para este tipo de acciones de conservación.