Los problemas bucales más comunes son la periodontitis y la gingivitis, y no, no son iguales.
Hay quienes piensan que la gingivitis y periodontitis son la misma enfermedad bucal, sin embargo, no es así. Son enfermedades diferentes que afectan de diversas formas esta parte importante de la boca.
Esta enfermedad bucal se produce debido a la placa bacteriana, que hace que las encías se inflamen. La placa bacteriana consiste en un grupo de bacterias que hay en la boca, conocidos también como biofilms bacterianos.
Además de la inflamación, la gingivitis también produce sangrado al cepillarse los dientes, y enrojecimiento de las encías. Pero la placa bacteriana no es la única causante de la gingivitis. También lo son algunas infecciones producidas por virus, como el herpes labial, o también por causas genéticas.
La periodontitis va un paso más allá de la gingivitis. No solo provoca inflamación y sangrado, también va destruyendo de forma gradual las encías, el hueso alveolar y también el ligamento periodontal.
La cuestión es que si la gingivitis no se trata a tiempo, puede evolucionar a una periodontitis, lo que podría agravar la situación de las encías. El riesgo más grave es la pérdida irremediable de la dentadura debido a la destrucción de los tejidos que la sostienen.
Ahora bien, la periodontitis se genera debido a que la infección se puede extender y alcanzar lugares y zonas que se encuentran debajo de las encías. Esto hace que el sistema inmune responda, y así, este al luchar contra la infección, también va atacando los tejidos y el hueso.
Esto sucede de forma paulatina, de tal manera que de forma progresiva los dientes se van perdiendo. Por eso es importante prestar cuidadosa atención a las encías y a todo el sistema dental.
Es necesario acudir al odontólogo si se nota sangrado o inflamación. Si hay indicios de periodontitis, este realizará una limpieza completa para eliminar todo el sarro y así evitar que siga progresando.