Las encías retraídas son un problema bucodental que puede tener consecuencias muy perjudiciales, no sólo estéticamente sino, sobre todo, desde la perspectiva de la salud. En este post os contamos qué son, qué causas las provocan y cuál es la mejor solución para frenar el avance de las encías en recesión.
Los motivos son diversos. Algunos no las causan por sí mismos, pero sí pueden generar problemas que, si no se tratan, tengan como desenlace una retracción de encías. Les enumeramos los más comunes:
Además, también existen factores de riesgo. Por ejemplo, las enfermedades que afectan al sistema inmunológico (como la diabetes o el SIDA), la edad, el estrés, el tabaco, o la propia genética, hacen que aumente la probabilidad de padecer la una retracción de encías.
Como siempre decimos en este blog, la mejor forma de prevenir cualquier enfermedad bucodental es mantener unos hábitos correctos de higiene dental. Pero también hay soluciones para los casos más avanzados.
Lo primero que hay que hacer, antes de recurrir a algún tipo de tratamiento quirúrgico, es eliminar la causa que provoca la retracción. Por ejemplo, si nuestra retracción está causada por un cepillado demasiado agresivo, deberemos corregir este hábito para restablecer la salud de las encías.
Pero en bastantes ocasiones, lo anterior no es suficiente y debemos someternos a técnicas quirúrgicas que consisten en el injerto de tejido blando en nuestras encías para recuperarlas, tanto desde el punto de vista de la salud como del estético. Como siempre, cuando acudáis a vuestra clínica dental, el especialista hará un análisis detallado de vuestro problema, os dará pautas para cuidar vuestras encías y, si es necesario, elegirá el mejor tratamiento quirúrgico para vuestro caso.