Las preguntas más frecuentes sobre técnicas de higiene dental ¿A qué edad deben los niños empezar a cepillarse? La higiene dental de los más pequeños de la casa debe iniciarse en el momento en que salen los dientes. En este periodo ellos no pueden participar y deben ser los padres los que se encarguen limpiándoles los dientes dos veces al día con un paño húmedo.
A partir de los dos años pueden comenzar a utilizar el cepillo para ir, poco a poco, aprendiendo a cepillarse los dientes, siempre bajo la supervisión de sus padres. A medida que comiencen a interesarse por este proceso, es importante dejarles llevar la iniciativa, siempre enseñándoles y vigilando que el cepillado se haga correctamente. La supervisión de los padres deberá mantenerse hasta que los niños adquieran un buen hábito de limpieza y que lo hagan correctamente.
Un correcto cepillado de dientes debe realizase con movimientos cortos y suaves, prestando especial atención a la línea de encías, a los dientes posteriores de difícil acceso y a las zonas que rodean las obturaciones, coronas y otras reparaciones, si las hubiera.
Es aconsejable que comencemos limpiando la superficies externas de los dientes superiores y luego la de los inferiores. Continuaremos con la limpieza de las superficie internas de ambos y seguidamente limpiaremos las superficies de masticación.
Finalmente la lengua, ya que su limpieza favorece que tengamos un buen aliento.
Tanto el cepillo de dientes manual como el cepillo eléctrico son eficaces para una buena higiene dental, siempre que se utilicen correctamente y durante el tiempo necesario, al menos dos minutos.
En la actualidad el desarrollo de la técnica ha mejorado, los cepillos eléctricos y su uso presenta algunas ventajas sobre los cepillos dentales manuales. La velocidad de giro del cabezal hace que la limpieza dental se complete en menos tiempo que con el manual.
Además, la flora bacteriana se elimina con más facilidad y está demostrado que con su utilización disminuye más la placa bacteriana que con el manual.
El cepillo de dientes bien sea manual o eléctrico debe limpiarse tras su utilización. Hay que enjuagarlo bien y frotar las celdas para eliminar de ellas los restos de alimentos, microorganismos y pasta dentífrica. Finalmente sacudimos el cepillo para quitar el agua y evitar el exceso de humedad.
Tras su limpieza conviene guardarlo en un lugar aireado y con luz, en posición vertical y con las cerdas hacia arriba. En el caso de que se tape, debemos asegurarnos antes de ponerle la tapa que esté completamente seco.
Hay que cambiarlo antes de que las cerdas se desgasten y deformen. Lo aconsejable es que cambiemos de cepillo cada 3 meses.
Ciertamente disponemos de una amplia oferta de pasta dental y son numerosas las marcas disponibles en el mercado. En general todas son buenas, ya que incluyen entre sus componentes el flúor, muy efectivo para controlar la placa bacteriana y evitar el desarrollo de caries.
Asimismo, cada vez es más frecuente que además tengan una acción blanqueadora o de control del sarro. Por ello su elección dependerá del gusto y la necesidad que tienes.