Estar encerrado en casa es lo mejor en épocas de coronavirus, pero también trae consecuencias.
El aislamiento obligatorio es tal vez el arma más importante para combatir el posible contagio de covid-19, así que trate de cumplirlo a plenitud para no poner en riesgo su salud y la de sus familiares.
Sin embargo, los hábitos de estar en el encierro han cambiado y eso trae consecuencias. Estos son los síntomas más comunes que se pueden experimentar durante un aislamiento tan prolongado.
Es un círculo vicioso debido al desajuste en los horarios de teletrabajo. Leer noticias sobre el coronavirus a última hora dificultará el sueño, no solo porque su contenido aumentará el nivel de ansiedad, sino también porque las luces que emiten los dispositivos electrónicos alteran los ritmos biológicos. Así que es recomendable poner filtros de noche para paliar la intensidad de la luz de estos aparatos y procurar no mirar pantallas una hora antes de irse a dormir, y mucho menos para leer noticias o trabajar
La crisis por coronavirus está causando estrés y ansiedad, lo que favorece la aparición de trastornos respiratorios del sueño que podrían llevar a un mayor apretamiento dentario y a la aparición o agravamiento de casos de bruxismo, un problema que produce molestias en la mandíbula, cuello, dolor de cabeza y hasta rotura de piezas dentales.
La recomendación es rebajar el estrés manteniendo horarios y buenos hábitos de sueño en la medida de lo posible, y procurar dormir bocarriba o de lado, ya que son las posturas en las que los músculos de la cara están más relajados.
Es natural que la ansiedad, la cercanía a la cocina todo el día, las recetas que se ven fáciles en Youtube o redes sociales, produzco un incremento de momentos para comer en casa. Y claro, el cuerpo lo refleja con esos kilitos de más, que ya se empiezan a notar. Por eso se recomienda hacer un mercado saludable, alejado de las bebidas colas, de la comida chatarra, y cambiarlo por frutas enteras o jugos naturales. Aumentar el consumo de agua y de ejercicio o actividades físicas.
Uno de los síntomas más habituales en estos días es el estreñimiento, que suele venir acompañado de hemorroides e incluso dolor o distensión abdominal. Por eso trate de llevar una dieta variada para que nuestro tubo digestivo funcione de forma adecuada, evitar el tabaco y el exceso de alcohol, y realizar algo de ejercicio por muy pequeño que sea el sitio donde estamos confinados.
Pasar muchas horas sentado puede producir dolor lumbar. Y después de treinta días adoptando esta postura durante muchas horas, el dolor puede pasar de las lumbares a otras partes de la espalda. La solución es sencilla: moverse y, siempre que se pueda, usar asientos que favorezcan una buena postura.