Su ingesta está relacionada con la prevención del raquitismo, la osteomalacia o la osteoporosis
La vitamina D ayuda a la absorción de calcio en nuestro cuerpo. También ayuda a mantener las concentraciones normales de calcio y fósforo mediante
regulación de la absorción y la excreción.
Por su parte, la vitamina D3, también conocida como colecalciferol, es considerado un suplemento y su ingesta está relacionada con la prevención del
raquitismo, la osteomalacia o la osteoporosis, señala Michelle Ylagorre, nutrióloga clínica.
Este suplemento ayuda al cuerpo a usar el calcio y el fósforo para fortificar los huesos y los dientes, de acuerdo con National Institutes of Health.
La vitamina se encuentra en alimentos de origen animal como pescados, salmón, hígado, quesos o la yema de huevos, también, el cuerpo la produce
cuando se expone al sol, menciona la nutrióloga Ylagorre.
El Instituto menciona que gran parte de la vitamina D3 se obtiene de alimentos fortificados con nutrientes, como la leche, los jugos y los cereales del
desayuno. También, esta vitamina puede obtenerse de complementos dietéticos.
La deficiencia de esta vitamina también está relacionada con el dolor musculoesquelético. El tipo de dolor asociado con la deficiencia de vitamina D
varía, pero por lo general se presenta como dolor musculoesquelético crónico o dolor óseo generalizado según la revista Scielo.
Por otro lado, el exceso de vitamina D puede provocar situaciones negativas para el organismo, entre ellos:
Puede hacer que el intestino absorba calcio que no es necesario, lo cual puede provocar niveles altos de este mineral en la sangre y favorecer las
siguientes problemas:
Depósitos de este mineral en los tejidos blandos como los tendones, el corazón y los pulmones, aumento de probabilidad que una personas sufra
confusión y desorientación, posibilidad de que se desarrolle daño en los riñones, probabilidad de que se produzcan cálculos renales.
Existen algunas personas que corren más riesgo de padecer una deficiencia de esta vitamina, algunas de ellas son personas mayores de 50 años, ya
que la habilidad de convertir los nutrientes de esta vitamina decrece.
En adultos mayores, los riñones que se encargan de convertir los nutrientes de esta vitamina podrían dejar de tener adecuado funcionamiento, lo cual
ocasiona lo que provoca que no se absorba la vitamina adecuadamente.
Las personas de que padecen obesidad también pueden tener problemas de absorción de esta vitamina ya que al tener una menor circulación, el
nutriente no es absorbido correctamente.