La acumulación de sarro dental en nuestra boca puede causar distintas afecciones bucales que pueden llegar a ser graves. Cuidar nuestra salud dental es primordial.
En este post te vamos a hablar de qué es el sarro dental, cómo se forma, las causas y síntomas, cómo prevenirlo y cómo tratarlo.
El sarro dental, conocido también como cálculo dental o tártaro, es la calcificación de la placa bacteriana en nuestras encías y dientes.
Los restos de alimentos junto con las bacterias que tenemos en la boca, forman la placa bacteriana o dental. Si esta no se retira, al mezclarse con los minerales presentes en nuestra saliva, reaccionará formando una costra dura. La plaza se calcifica y con ello se forma el sarro.
La placa mineral en un principio es blanquecina, pero con el tiempo toma un color amarillento o marronáceo, puesto que es capaz de absorber las manchas con bastante facilidad.
El sarro dental provoca problemas serios de salud dental, además de problemas antiestéticos para la sonrisa, ya que puede verse con facilidad.
Como ya hemos dicho, el sarro se produce por una cacificación de la placa dental. Esta es una película transparente de un grosor muy fino sobre la que se depositan las bacterias que tenemos en nuestra boca. Para eliminar la placa dental, es muy importante tener unos adecuados hábitos de higiene dental, como es el cepillado 3 veces al día y el uso del hilo dental. Si la placa bacteriana no se elimina de nuestros dientes y encías, se acaba calcificando y produciendo sarro dental.
Este es una sustancia más dura y costosa de eliminar que la placa bacteriana. Asimismo, la formación de sarro favorece que se adhiera la placa y acelera la acumulación de la misma en nuestra boca.
La producción de sarro, además de por una inadecuada higiene oral, se puede producir por la desalineación dental y el apiñamiento. Ello favorece la aparición de sarro debido a la dificultad de acceder a ciertas zonas durante el cepillado.
Si tus dientes no se encuentran adecuadamente alineados es importante que seas más cuidadoso/a con tu higiene dental, asegurándote de que puedas acceder a la zonas más complicadas de manera habitual. También es muy recomendable un tratamiento de ortodoncia.