La placa bacteriana o biofilm es un agregado de bacterias embebidas en una matriz, tiene textura pegajosa y en sus primeras fases, cuando aún no hay un acúmulo evidente, puede no observarse a simple vista. Al no poder distinguirse a simple vista la placa bacteriana, no se puede determinar en qué zonas de los dientes permanece adherido.
El revelador de placa es un producto que tiñe la placa bacteriana. De esta forma, la placa bacteriana se vuelve visible, facilitando de este modo su eliminación y ayudando a la prevención de las enfermedades bucales como la caries o las enfermedades periodontales.
Actualmente, algunas de las sustancias más comunes que incluyen los reveladores para teñir la placa bacteriana son la eritrosina, la floxina, la fluoresceína sódica, la fucsina o el verde malaquita.
En el mercado existen diferentes presentaciones, como los comprimidos masticables, líquido para aplicar en gotas, gel o colutorio, con un funcionamiento similar.
Para utilizarlos, hay que dejar que el revelador se mezcle con la saliva y se distribuya por todos los dientes evitando tragarlo, aunque en caso de ingesta accidental, no supone ningún riesgo para el usuario, ya que suele estar compuesto por colorantes alimentarios.
Es posible que puedan teñirse, además de dientes, las encías y la lengua. Esta tinción irá desapareciendo poco a poco, pero puede permanecer algunas horas, por lo que se recomienda utilizar por la noche.
También pueden utilizarse con prótesis o implantes.
En función de la finalidad buscada, se puede utilizar tanto antes como después del cepillado:
El uso de reveladores de placa motiva a las personas, especialmente a los niños, a realizar un cepillado eficaz, y por tanto, ayudar a mantener una buena salud bucal.